Conoces ese sentimiento cuando te despiertas a medianoche, está frío y tu pañal se siente pesado? Hay tantos sonidos extraños alrededor de ti, está oscuro y da miedo. Sientes un golpe en la cabeza y resulta ser tu mano que está en su propia aventura. No tienes ningún control sobre esa mano; da vueltas por todos lados y te araña el rostro y te jala el pelo. Tus piernas empiezan a patalear y te quitan las sábanas aunque tú tengas frío; intentas detenerlas, pero tienen voluntad propia. Y estás ahí acostada, totalmente expuesta con extremidades volátiles que quieren hacer de todo, menos lo que tú quieres.
Y no encuentras a mamá. La llamas y te sientes con un gran miedo. ¿Qué pasa si ella no viene por ti? No te imaginas nada peor y empiezas a llorar porque la extrañas terriblemente. Nunca antes te has sentido sola como en ese preciso momento.
Y de repente, ella aparece. Parada a la par de tu cama y viéndote con preocupación y amor. Y ella es la cosa más hermosa que jamás has visto. Le sonríes de felicidad y alivio. No crees haber sido tan feliz como en ese preciso momento.
Ella te levanta y te sostiene. Y ella huele a ella, y también un poquito a ti. Huele a leche, y seguridad, y amor. Y es el olor más rico de todo el mundo.
Ella es cálida y segura y suave, y sus manos te acarician, ella te alimenta y susurra tu canción favorita. Y te encanta su voz. Conoces su voz más de lo que la conoces a ella. Esa voz te ha cantado para que te duermas y te ha hecho reír y te ha calmado cuando estabas estresada. Es la voz más hermosa de todo el mundo.
Te puedes acostar sobre ella y sientes cómo todo tu cuerpo se empieza a calentar de nuevo. Tu mano, que aún está fría, la empieza a acariciar y se mueve hacia su cuello y, accidentalmente, la arañas. ¡Mano tonta, sin control! Pero mamá no se enoja. Ella toma tu mano tonta en su mano y todo se calienta otra vez. Y es el sentimiento más rico del mundo.
Aquí, en brazos de mamá, con tu mano en su mano. Ya ni siquiera el pañal se siente tan horrible.
Sientes que tus ojos pesan y sabes que ahora todo está bien porque mami está aquí. Tu mamá. Tu maravillosa, increíble mamá que siempre te cuida. Noche y día.
La miras una vez más antes de dormirte. Ella se ve cansada y sus ojos están cerrados pero, aún así, es la cosa más magnífica que conoces. Qué increíble que ella quiera estar aquí contigo en este momento. Qué increíble que ella se siente contigo un rato cuando la necesitas.
Sonríes. Qué suerte tienes de que ella haya sido tu mamá. La mamá más perfecta que alguien haya querido. Tú ya sabías, aún antes de verla, que ella sería lo mejor del mundo.
Cómo amas a tu mamá.