Los polvos de maquillaje son el complemento perfecto de correctores y bases, porque actúan como fijadores y dan un acabado mate a la piel eliminando su brillo. Compactos o translúcidos, protegen el maquillaje y pueden ser retocados durante el día. Usarlos previamente, facilitará la aplicación uniforme del resto de los cosméticos.
Además de los volátiles y compactos, hay variedad de polvos iridiscentes, indicados para cutis graso y acabados luminosos; y los polvos brillantes o perlados, ideales para realzarlo.
Para realizar un maquillaje completo es necesario aplicar los tres productos: corrector, base y polvo.
Tonalidades
Elegir el tono indicado de correctores, bases y polvos es, quizás el paso más importante y el secreto del éxito en el proceso de maquillaje. Lo ideal es escoger los colores que mejor combinen con la piel. Y mejor aún, si nuestro presupuesto lo permite, es poseer dos o tres tonalidades diferentes para que, al mezclarlas, acercarnos a nuestro mejor tono natural.
Al momento de comprarlos no hay que olvidar estos tips:
- Comprar un tono más claro y uno más oscuro para combinarlos y crear efectos.
- Recordar probar el tono no sobre la mano sino, si es posible, sobre el rostro (cuando se trata de polvos para el rostro, lo ideal es probarlos sobre la nariz o la frente).
- Al momento de la elección procurar luz natural (la del día) o estar frente a un espejo bien iluminado.
- Los colores elegidos deben respetar al máximo el tono de la piel, recordemos que no pretendemos aclarar ni oscurecer nuestra tez con ellos, sino brindar un tono uniforme.
- Los colores justos evidenciarán las atractivas ventajas de estos cosméticos; la idea es tapar sin que se note y, con el tono correcto, unos pocos toques serán suficientes para lograrlo.
¿Cómo se aplican los polvos?
- El polvo compacto, que es tonalizado, se aplica con una esponja seca, moteándolo sobre el rostro para sellar las correcciones y la base aplicada. No es recomendable que la esponja sea aterciopelada, ya que suele soltar demasiado polvo y absorbe el maquillaje manchando y veteando la piel.
- Los polvos compactos son perfectos para retocar durante el día, pero hay que tener cuidado con el exceso en su aplicación, porque pueden acentuar las líneas de expresión y crear un efecto de envejecimiento.
- El polvo translucidos o volátiles se aplican con una brocha ancha, sacudiendola para evitar una distribución irregular. Usarlo en el puente de la naríz y debajo del labio inferior destacará sutilmente el acabado de estas zonas.
- Un truquito: si colocamos polvo translucido debajo de los ojos, éste recogerá la sombra y la máscara para pestañas que se desprendan al momento del maquillaje, lo que nos permitirá luego eliminarlos fácilmente con la brocha.
Los retoques con polvo
Retocar el maquillaje es un hábito frecuente y necesario durante el día, y para hacerlo sólo basta con motear polvo compacto o translúcido, colocando un tono más claro debajo de los ojos sin aplicar nuevamente la base.
Con los polvos ligeros y finos se puede retocar el arreglo cuantas veces se requiera para disipar brillos sin marcar el rostro.
En cambio, nunca se debe colocar base sobre base para no empastar ni recargar (en caso de ser necesario, el consejo de los maquilladores profesionales es eliminarla completamente y volver a aplicarla).
Tips generales sobre el uso de bases y polvos.
Acá van una serie de consejos generales sobre el uso de los productos que hemos descrito:
Si por diversas razones necesitamos hacer todos los dias un maquillaje completo, no nos cansaremos de repetir que lo aconsejable es invertir en productos de buena calidad para no dañar el cutis. Existen diversas opciones ajustadas a cada bolsillo.
Si estamos usando protector solar o ampollas para las lineas de expresión, es recomendable aplicarlos una hora antes del maquillaje para no afectar la colocación uniforme de bases y polvos.
Al hacer ejercicio o estar en la playa no conviene utilizar estos cosméticos, pues al transpirar se pueden sellar los poros y provocar entonces acné o espinillas. El uso único de brillos labiales y máscara de pestañas es la opción para estos casos. Y una piel hidratada y limpia como base.
Es preciso remover el maquillaje antes de ir a la cama. Las toallitas desmaquillantes facilitan la tarea sin maltratar el rostro, así como otras múltiples opciones disponibles en el mercado. Usar agua y jabón neutro, posteriormente, es obligatorio para eliminar restos. Una buena loción tonificante nos dejará la piel lista para el descanso.
En pieles jóvenes no hay problema con la aplicación frecuente de bases y polvos. A partir de los 40 años, cuando hay arrugas finas, se recomienda aplicar corrector en los surcos y una capa delgada de base líquida, que puede diluirse con unas gotas de crema humectante, o polvos translúcidos en el resto de la cara.
Después de los 50 años, lo aconsejable es aplicar un corrector cremoso seguido de polvo, o colocar base liquida por zonas (nariz, mentón, frente).