Alergias alimentarias ¿Cómo se detectan? Qué comer y qué evitar.

Las alergias a los alimentos es bastante más común de lo que parece. Tan solo en España padecen este problema unas 800.000 personas y el 7% de los bebés tiene alergia a algún producto durante su primer año de vida.

Para averiguar qué alimento o grupo de alimentos produce alergia, es necesario someterse a pruebas que se realizan bajo control médico.

 

 

¿Porque se producen las alergias y cómo se detectan?

Los alimentos y productos que provocan alergias son diversos y varían con la edad y los hábitos culturales de consumo. Como actualmente no existe ningún medicamento para prevenir este problema, la única alternativa es eliminar de la dieta todo aquello que pueda activar la alergia.

Las sustancias que provocan alergias están en el ambiente (polen, ácaros, polvo, pelos de algunos animales) y en los alimentos. El problema para las personas que padecen algún tipo de alergia es identificar su origen, saber si proviene de la alimentación o del ambiente.

Una vez el profesional médico ha constatado que la alergia no procede del polen, los ácaros, el polvo o los pelos del gato, hay que intentar identificar el alimento o el grupo de alimentos al que es sensible el organismo…Pero la tarea no es sencilla, ya que en algunos casos los síntomas son muy parecidos.

Para descubrir el alimento que produce la alergia, el médico realiza las llamadas dietas de eliminación, que consisten en ir suprimiendo de la dieta grupos de alimentos sospechosos durante un par de semanas y observar cómo reacciona el organismo.

Alergias alimentarias ¿Cómo se detectan_ Qué comer y qué evitar.

¿Qué comer y beber?

Alimentos

Los alimentos que, con toda seguridad, no producen intolerancias alimentarias son los siguientes:

-La carne de cordero

-El arroz

-Frutas como pera, manzana y melocotón (fresco o seco)

-La miel es un alimento útil para personas que sufren la alergia conocida como la fiebre del heno.

-Las verduras como alcachofas, lechuga y zanahorias.

Bebidas e infusiones.

Para mejorar el estado general, tomar cuatro o cinco veces al día una infusión elaborada con dos o tres cucharaditas de hojas de grosellero negro, equinácea, escaramujo y hojas de ortiga, a partes iguales.

Una infusión de agrimonia o de caléndula alivia la irritación intestinal causada por comidas que afectan el sistema digestivo de las personas sensibles.

Para reducir la congestión nasal que provoca la fiebre del heno, tomar una infusión de eufrasia; para mejorar las inflamaciones y aliviar rinitis, preparar una infusión de llantén.

Suplementos fitoterapeuticos: Capsulas de llantén y tomillo para las alergias en general y la fiebre del heno.

¿Que alimentos reducir o evitar?

Es obvio que lo primero que se debe eliminar de la dieta son los alimentos que producen la alergia. A continuación se muestra una lista de los alimentos que pueden provocar alguna alergia y qué síntomas producen:

Aditivos: Colorantes y conservantes; las golosinas contienen una cantidad considerable y pueden producir hiperactividad infantil, que ocasiona falta de concentración y nerviosismo patológico.

Frutos secos: Los productos elaborados con algunos frutos secos pueden provocar sarpullidos, asma, eccema e inflamaciones.

Gluten: Pan, galletas, ciertos cereales, cerveza o sopas prefabricadas pueden provocar migrañas y enfermedad celíaca.

Huevos: Clara de huevo, pasteles, mayonesa, merengue o helados pueden ocasionar síntomas como sarpullidos, eccema, asma o molestias estomacales.

Lácteos: La mayor parte de los productos elaborados con leche pueden provocar flatulencias, diarrea y migraña. En los bebes se manifiestan en cólicos, flatulencias, catarro y eccema.

Marisco: Las alergias provocadas por cualquier tipo de marisco producen graves dolencias estomacales, náuseas y migrañas.

Pescado: Tanto los ahumados como el pescado fresco también provocan molestias estomacales, náuseas, sarpullidos y migraña.

Soja y derivados: salsa de soja, aceite, harina, brotes o tofu ocasionan dolor de cabeza e indigestión.