Este tipo de ventanas es característico de las casas de estilo colonial o Victoriano, y pueden decorarse de varias formas.
Algunas constituyen en sí mismas un elemento decorativo con sus bellos y pequeños cuarterones y sus bonitas molduras. estas ventanas suelen adornarse con cortinas que llegan desde el techo hasta el suelo; sin embargo, este tipo de cortinas admite numerosas variantes: de dos hojas, sueltas o recogidas; de una sola hoja; de cabezal fruncido; de cabezal tableado; de galería; de carril oculto y de barra de anillas.
También puedes poner visillos debajo de las cortinas, una persiana corriente o de tela para mayor intimidad y como elemento decorativo.
Como las cortinas que se utilizan en las ventanas de estilo clásico son más estrechas, hay un mayor surtido de estampados dónde escoger.
Un tejido de dibujo atrevido, empleado en varias ventanas, puede resultar muy atractivo; no obstante, debes asegurarte qué las cortinas no destruyan el equilibrio visual de la habitación.
Por ejemplo, si hay dos ventanas en una misma pared y ambas están adornadas con cortinas llamativas, convendría compensar el efecto con algún otro tipo de elemento decorativo de la habitación como, poniendo alguna manta sobre el sillón con el mismo tejido que se ha utilizado en las cortinas.
También cabe la posibilidad de mantener la sobriedad en las paredes para que las cortinas sean las únicas protagonistas ya que sí las paredes también son estampadas o con algún relieve puede resultar muy cargado a los ojos.
Si prefieres que tus ventanas de estilo clásico tengan un aspecto menos solemne, puedes utilizar cortinillas de café o unas cortinas cortas de dos hojas fruncidas y recogidas.
Sin las ventanas están adornadas con una bella moldura, y sobre todo, si tienen mucha profundidad, podrías instalar unos postigos de celosía y pintarlos a juego con el resto de la obra de carpintería, imprimiendo con ello un toque de refinamiento a la habitación.
Cómo los postigos resultan algo caros, sólo merece la pena instalarlos si no piensas cambiar de dormitorio en varios años.
hay otros procedimientos más económicos para realzar el atractivo de una ventana como, por ejemplo, las persianas de tela enrollables y las persianas venecianas. Las primeras se venden actualmente en una gran variedad de colores y dibujos.
Si no encuentras en el comercio en ninguna que te guste, puedes adornar la que tengas con galones de colores; dibujando a estar siendo algún motivo en ella; o pegándole a un trozo de tejido cortado a la misma medida (en este último caso, utiliza un tejido de trama apretada).
Las persianas venecianas no tienen porqué resultar monótonas, ya que actualmente se fabrican en bellos colores. Las hay también de tablillas, más refinadas.
Comprándolas en un color que haga juego con la obra de carpintería o con el tono de las paredes, estas persianas armonizan perfectamente con interior es de estilo clásico y moderno.
Si estás empezando a decorar tu casa, no sería mala idea empezar a usarlas, ya que ofrecen intimidad y belleza decorativa a un precio reducido.
Más adelante si lo deseas puedes poner también cortinas. Si posees una persiana veneciana de color blanco, puedes darle un nuevo aspecto pintándola o combinándola por un modelo más moderno decorativo.
En las ventanas salientes conviene utilizar una decoración sencilla. Las cortinas largas, de poco cuerpo, tanto lisas como estampadas, siempre resultan atractivas.
Si desea tenerlas corridas la mayor parte del tiempo, puede instalar un carril transversal o una barra de cortinas con anillas unidas al cabezal de estas últimas para que puedan correrse y descorrerse con facilidad.
¿Te gustan estas ideas?