En una cacerola, mezclar el agua al baño maría con las gelatinas sin sabor y con sabor.

Tan pronto como las gelatinas se derritan, agregue el azúcar y revuelva bien hasta que se disuelva todo el azúcar.

Cuando hierva, seguir revolviendo durante unos 5 minutos y apagar el fuego (la mezcla debe quedar líquida y homogénea).

En un molde engrasado con margarina, vierte la mezcla y deja reposar unas 24 horas para que tome consistencia firme (puedes tapar el molde con un paño de cocina, si quieres).

Al día siguiente, saca la masa del molde, córtala en trozos pequeños y dale la forma que quieras.

Para terminar, pasar las gominolas por el azúcar y esperar a que se seque. ¡Ahora solo disfruta!

Si prefieres que las gominolas queden más consistentes, solo espera otros 2 días (después de este último paso) para probar el osito de gominola.